Hemos preparado café, pasen y pónganse cómodos

Haciendo una prueba de quienes somos...

jueves, 29 de octubre de 2009

Yo es que Por Caja Madrid ¡ma-to!


SI en el PSOE hubiera formada una pajarraca importante por el control de la manteca colorá de una caja de ahorros, los estaríamos poniendo como no quieran dueñas. Por eso no quiero dejar de poner de vuelta y media a los papafritas del PP, que con el lamentable espectáculo que han montado en torno a Caja Madrid le están dando la campaña hecha a Rosa Díez. Sí, ya sé que Rosa Díez no tiene nada que ver con los conservadores. Ya sé que Rosa Díez viene de donde viene y va adonde va, y que tiene un programa que es primo hermano del que pueda tener ZP, excepción hecha de su idea de España y de tenérselas tiesas a los separatismos. Pero eso no lo saben los votantes del PP. Y cuando contemplan estos lamentables espectáculos, lo que les entra por el cuerpo no es indignación contra los de tal bando o simpatía por los de tal otro, sino ganas de preguntar que a qué hora pasa el primer tren o sale el primer avión para ir a votar en masa a Rosa Díez.

Este espectáculo, con toda la Gürtel encima como tienen, ¿les ha salido solo o ha tenido un guionista? Porque es tan complejo que no se explica que estos señores puedan improvisarlo por sí mismos, ni repentizarlo sin guión previo. Me pega que sea como cuando los niños juegan a las casitas y hay una niña mandona que les dice a todos lo que tienen que hacer:

-Tú eras el vicealcalde de Madrid y te ibas a un periódico, y le decías a Esperancita que dónde va con lo que llueve y sin paraguas. Y luego venía yo y te mandaba castigado al comité de disciplina de un rincón. ¿Vale? Pues, ea, vamos a jugar.

Y jugando, se la juegan. Los papafritas del PP demuestran que es falsa la creencia de que con las cosas de comer no se juega. Los papafritas del PP juegan con las cosas de comer. Sobre todo con las suyas. Y bastante. Sobre todo con las cosas de comer ellos. Muchos de los cuales, como dijo aquel, han ido directamente del fracaso escolar al coche oficial, y no tienen más oficio conocido que su colocación a la sombra del poder protector de un mandarín (o mandarina) del partido en una autonomía o ayuntamiento. Creen, como sus adversarios, que...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchachas que no doy abasto a leer¡¡
Soy Mae inidentificada.

Mercedes M dijo...

Mae guapa, no me extraña que vuelvas loco a blogger. Esta tarde la socia y yo te vimos cambiar de cámara de fotos a Mae de siempre unas cuantas veces.