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jueves, 4 de febrero de 2010


22 enero 2010
Más de 100.000 personas requirieron cuidados médicos tras el vertido de residuos tóxicos que se produjo en 2006. © AP GraphicsBank

La decisión de un tribunal de Costa de Marfil de transferir los 45 millones de dólares estadounidenses concedidos a las víctimas de los vertidos tóxicos de Trafigura a un grupo que afirma falsamente representarlas es una parodia de la justicia, ha dicho hoy Amnistía Internacional.

La organización pidió que la decisión judicial quedara en suspenso de inmediato para que las víctimas tengan oportunidad de apelarla antes de que se transfiera el dinero.

A finales de 2009, un grupo conocido como Coordinadora Nacional de Víctimas de Vertidos Tóxicos de Costa de Marfil afirmó que representaba a unas 30.000 víctimas que habían demandado a Trafigura en Reino Unido. En septiembre de 2009, los demandantes y Trafigura habían llegado a un acuerdo extrajudicial de 45 millones de dólares estadounidenses.


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martes, 27 de octubre de 2009


Nuestra historia en Noruega también fue objetivo de los abogados de Trafigura. Pero aquí la libertad de prensa es más robusta.

Kjersti Knudssøn and Synnøve Bakke

Lunes, 26 octubre 2009

En la lucha por revelar detalles del vertido de residuos en la Costa de Marfil, el Guardian y la BBC no son los únicos que atraen la atención de los abogados de Trafigura blandiendo mordazas. Aquí en Noruega, en la emisora nacional, también recibimos severas advertencias legales. Y así lo publicamos.

Noruega tiene un importante, aunque poco difundido, papel en el escándalo Trafigura. Retrocediendo a 2006, mientras el buque Probo Koala entregaba residuos en Costa de Marfil, su buque gemelo, Probo Emu, se preparaba para hacer el mismo viaje. Pero cuando se suscitó la controversia en el estado de África occidental, Trafigura desvió el navío a una instalación de tanques en Noruega. En octubre de 2006, el buque entregó un vertido similar en la instalación Vest Tank. Posteriormente Trafigura llegó a un acuerdo con la instalación para llevar a cabo el tratamiento de seis cargamentos de la coquización del sulfuro a nafta (sulphurous coker naphtha), que produjo el mismo tipo de vertido tóxico que iba a bordo del Probo Koala. En 2007 explotó un tanque en Vest Tank, momento desde el que varias personas de los pueblos adyacentes a Sløvåg cayeron enfermas.

La Empresa de Radiodifusión Noruega, NRK, recibió tanto los e-mails –que confirmaban que los ejecutivos de Trafigura conocían de antemano que sus vertidos eran peligrosos- como el informe Minton –que advertía que el vertido podía ser tóxico, y “capaz de causar serios efectos sobre la salud humana”- al mismo tiempo que el Guardian, la BBC y el periódico holandés Volkskrant. Trafigura afirmó que el informe Minton era un borrador que había sido sustituido por informes que contradecían las conclusiones del Minton después de analizar los residuos actuales.

Cuando Trafigura supo que los documentos estaban en nuestro poder, envió un e-mail a través de sus abogados advirtiéndonos que no los publicásemos. Subrayó la amenaza informándonos sobre el “súper-interdicto” contra el Guardian, adjuntando incluso una copia de la resolución del alto tribunal. NRK decidió publicarlo todo. Durante un mes entero el informe Minton, la resolución del tribunal y la correspondencia interna ha estado en nuestra página Web.

NRK ha seguido la historia Trafigura durante dos años, durante los cuales hemos intentado repetidamente conseguir una entrevista con la compañía. Aun no ha contestado a ninguna de nuestras preguntas. En su lugar eligió comunicarse a través de declaraciones de su empresa de relaciones públicas, Bell Pottinger y abogados noruegos.

Esta es una táctica que es nueva para nosotros, en un país donde la prensa se utiliza abiertamente. Nuestra respuesta fue publicar toda la correspondencia de los abogados y empresa de RP en nuestra página Web, además de todas las preguntas que le hemos hecho a Trafigura. En Noruega no es ilegal publicar la correspondencia electrónica (e-mail) y no es válida la responsabilidad hasta que el recepto del e-mail ha aceptado la confidencialidad. NRK ha sido contactada en una sola ocasión por la firma legal Carter-Ruck con sede en Londres y esto fue ya en junio de 2007, justo después de la explosión en Sløvåg. Carter-Ruck nos advirtió contra la publicación de cualquier acusación contra Trafigura. A pesar de todo publicamos nuestras historias y desde entonces Trafigura es representada por uno de los bufetes de abogados más importantes de Noruega.

En junio de 2008 estábamos preparados para emitir un documental de 50 minutos revelando lo que ocurrió en Vest Tank, haciendo público el proceso químico de Trafigura. Trafigura declinó cualquier participación en el documental, pero aun así invitamos a la compañía a ver el programa antes de su transmisión. Dijimos a Trafigura que corregiríamos cualquier error de hecho si podían probar que estábamos equivocados.

Los representantes de Trafigura vieron el documental pero solo realizaron una declaración general en la que negaban enérgicamente cualquier fechoría. El documental, Dirty Cargo (Carga Sucia), fue transmitido tal como estaba previsto, sin ninguna consecuencia legal.

Una sentencia del tribunal supremo noruego en 2007 puso fin al uso de las órdenes judiciales como táctica. Aquí, la prensa trabaja bajo el principio de publica y sé condenado. Los tribunales no pueden detener a nadie de publicar, solo juzgarlo después. Las demandas sobre el incumplimiento del código ético de la prensa noruega son tratadas por el Comité de Ética de Prensa.

Si el comité falla contra la prensa, estamos obligados a publicar el veredicto. Sin embargo, al publicar los documentos de Trafigura, aun nos enfrentábamos al gran riesgo de habernos convertido en víctimas del turismo de difamación. Esto significa que Trafigura puede demandarnos desde Londres por el material publicado en la página Web, utilizando legislación británica. Pero este es un riesgo que estamos dispuestos correr, así de importante es el caso. Como periodistas de investigación es nuestro deber hacia el pueblo noruego hacer público este tipo de información.

Agradeceríamos el punto de vista de Trafigura –pero ha rechazado nuestras invitaciones para comentar, diciendo que no podía hacerlo mientras estuviera bajo investigación policial. Tampoco están dispuestos a contestar satisfactoriamente a la policía noruega, que ha iniciado una investigación sobre la presunta importación ilegal de residuos del Probo Emu a Vest Tank. La investigación lleva en marcha desde hace más de un año, pero Trafigura no ha dado una declaración aun. Según la policía noruega, Trafigura ha demandado recibir todas las preguntas por adelantado antes de aceptar el interrogatorio –una condición que es de cumplimiento imposible para la policía.

Traducción de Mercedes
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lunes, 26 de octubre de 2009


26 Octubre 2009 | By Katy Dowell

La libertad de expresión es el orgullo de Reino Unido, pero con ella nace el deber de responsabilidad. Por lo que cuando los editores de los periódicos empiezan a protestar de que sus libertades han sido restringidas, se convierte en una preocupación nacional.

El primer ministro Gordon Brown pidió la semana pasada un debate en la Cámara de Comunes sobre el incremento de la utilización de súper-interdictos contra periódicos.

Sin embargo, los abogados, están desconcertados por el revuelo, diciendo que no es una lucha nueva sino la consecuencia natural de la Ley de Derechos Humanos y la contradicción entre el Artículo 8, el derecho de privacidad y el artículo 10, el derecho a la libertad de expresión.

“Existe un mito sobre los súper-interdictos,” dijo Dominic Crossley socio de Steeles Law. “Los grupos de medios de comunicación crean la impresión de que son bombardeados con órdenes judiciales. Mi opinión personal es que no son las cifras que ellos dicen. Es más una excepción que una regla.”

Jennifer McDermott socia de Withers está de acuerdo: “Son requerimientos muy inusuales,” dijo. Explicando, si resulta que la orden judicial ha sido emitida erróneamente el solicitante es responsable de las pérdidas causadas al demandado.

“Tienes que enfocar esto sobre la base de que la órdenes judiciales no son fáciles de conseguir,” añadió Russell Jones & Walker jefe de prensa y difamación de Sarah Webb. “Es muy caro y los tribunales son conscientes de que es un paso draconiano. Nunca van a ser repartidas como aspirinas.”

Pero los abogados de los periódicos pensaron que se había ido demasiado lejos cuando una súper-interdictos extensiva a la Cámara de los Comunes, impedía al Guardian publicar datos sobre las preguntas parlamentarias hechas sobre la petrolera Trafigura. Carter-Ruck abogados de libelo de Trafigura intentaron detener la publicación de información sobre una pregunta realizada por el diputado laborista Paul Farrelly.

Gill Phillips, director legal de servicios editoriales del Guardian dijo: “Creo que existe un motivo real de preocupación sobre el uso de las llamadas súper-interdictos, particularmente cuando están relacionadas con un demandante corporativo anónimo y buscan impedir cualquier mención de la existencia de una demanda. Debemos recordar que tenemos un principio de justicia abierta en este país.”

La orden judicial del Guardian fue emitida inicialmente el 11 de septiembre, cuando el periódico quiso publicar un informe relacionado con una denuncia de que Trafigura estaba defendiendo el vertido de residuos tóxicos en la Costa de Marfil (The Lawyer, 23 de septiembre).

Ese caso fue resuelto sin que Trafigura reconociera responsabilidad. Al mismo tiempo que la petrolera también resolvía extrajudicialmente un caso contra el abogado de los demandantes, Martyn Day de Leigh Day & Co.

Carter-Ruck argumentó que la orden de mordaza también impedía que el periódico publicara detalles sobre las preguntas planteadas en Westminster. Esto provocó la indignación entre los diputados sobre por la amenaza al privilegio parlamentario y la orden fue retirada al día siguiente.

El primer ministro decidió entonces que era necesario un debate sobre las súper-interdictos.

Los abogados de los medios de comunicación respondieron al anuncia con cierto grado de escepticismo.

“El Parlamento necesita quitar presión de otras cosas que están pasando,” dijo uno. “Repentinamente todo el mundo está hablando sobre ello, ¿qué pasó con el debate sobre los gastos de los diputados?

Durante el debate parlamentario del 21 de octubre la ministra de justicia Bridget Prentice dijo que estaba alarmada por el uso desigual de las súper-interdictos y consideraría plantear nuevas directrices para el poder judicial.

Entre tanto, los medios de comunicación, lanzaron ataques contra Carter-Ruck por su participación en la orquestación de la orden judicial.

Los abogados de los medios de comunicación han salido en defensa de la firma, aceptando que podría ser un desastre de RP pero apuntando que Carter-Ruck solo estaba siguiendo los principios de derecho.

“La crítica a Carter-Ruck es injusta,” dijo Crossley. “Solo estaban siguiendo instrucciones que nadie conocerá nunda. Nadie sabe lo que ha ocurrido entre bastidores. Las órdenes se obtienen en los tribunales.”

“Carter-Ruck no lo inventó,” dijo otro socio de los medios de comunicación. “Tenía que verla (la orden judicial) sobre fundamentos de hecho y cómo se relaciona con el Tratado de Derechos Humanos.”

Hay ocasiones, sostuvo el abogado, en que el privilegio parlamentario puede ser restringido. “Por ejemplo, podría haber un diputado con problemas de salud – no hay ningún argumento de interés público en eso. En base a los hechos del caso podrías solicitar una orden judicial para impedir que el periódico lo publique.”

El Guardian dijo que había recibido por lo menos 12 órdenes impidiéndoles publicar durante el año pasado. Esto comparado con las seis de 2006 y cinco de 2005.

McDermott admitió que “parecía un poco excesivo” y dijo que estaba “particularmente sorprendida” que fuese el Guardian y no los tabloides quien hubiera hecho público las órdenes dictadas contra ellos.

“He defendido a periódicos que se enfrentan a demandas por violar la confianza e intrusión de la privacidad,” dijo McDermott. “También actúo para demandantes que hacen valer tales derechos. Solo en raras ocasiones he buscado auxilio judicial y solo cuando no se impone ninguna duda de defensa del interés público.”

Otro abogado comentó: “La dificultad es que los medios de comunicación odian cualquier cosa que limite su criterio.”

El laberinto jurídico entre el derecho a la privacidad y el derecho a la libertad de expresión se espera sea aun más confuso el próximo mes cuando Ashley Cole jugador del Chelsea FC presente una demanda de privacidad ante del Tribunal Supremo contra el Grupo Mirror.

Graham Shear, que dejó recientemente Teacher Stern para unirse a Berwin Leighton Paisner (The Lawyer, 6 de agosto), instruyó a David Sherborne de 5 Raymond Buildings’ para Cole. Cole busca una indemnización por daños y perjuicios por unas acusaciones de que había mantenido algunos escarceos causando malestar a su esposa, Cheryl Cole.

Los abogados alegarán que Cole y su familia tienen el derecho a la privacidad y que algunas de las acusaciones eran en realidad incorrectas.

El Grupo Mirror estará representado por Julian Pike y Alexandra Marzec de Farrer & Co, también de 5 Raymond Buildings.

Cuando el Tratado de Derechos Humanos fue concebido, los Artículos 8 y 10 estaban destinados a entrar en conflicto, con los tribunales decidiendo determinando los límites.

Los medios de comunicación hacen bien en defender su parcela, pero no deberían intentar restringir el derecho de sus objetivos a quejarse. Los Artículos 8 y 10 sirven a los propósitos de todos, a pesar de lo que dicen los críticos.

Traducción de Mercedes

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