Hemos preparado café, pasen y pónganse cómodos

Haciendo una prueba de quienes somos...

domingo, 27 de diciembre de 2009


Por Josep Guijarro

4/04/2001

Pinturas rupestres aborígenes en Kimberley, Australia

El 26 de Octubre del año 312 de nuestra era el emperador romano Constantino I el Grande se hallaba arrodillado de cara al Sol, adorándole, cuando se produjo un extraño fenómeno. Procedentes del astro rey, el emperador acertó a ver unas oscuras radiaciones en diagonal que dibujaban una luminosa y potente cruz sobre el cielo. En su mente resonó entonces un nombre -Christos- y, a continuación, la misma voz sobrenatural le dijo: "Con este signo, triunfarás". Constantino no se lo pensó dos veces. Todavía perplejo por aquel espejismo o ensoñación, ordenó a sus hombres la sustitución del águila imperial que figuraba en las égidas y estandartes de sus tropas por el símbolo de Cristo.

Al amanecer del 27 de Octubre las tropas de Constantino aguardaban la llegada al desfiladero, al pie del puente Milvaiano, de las filas enemigas que se hallaban bajo las órdenes de Marco Aurelio Majencio. La batalla fue encarnizada pero Constantino venció. ¿Se debió a la victoria anunciada por el extraño fenómeno luminoso? ¿O, simplemente, la superstición sirvió de impulso positivo a las sugestionadas tropas romanas? En cualquiera de los dos supuestos Constantino consiguió vencer a Majencio y entrar victorioso en Roma. Probablemente hoy nada sería igual si aquella "visión" no se hubiera producido. El cristianismo, seguramente, habría sido perseguido y castigado por Roma y los cimientos de nuestra civilización occidental no se hubieran desarrollado tal y como lo han hecho. ¿Alteraron los OVNIS el desarrollo de la Historia? Rotundamente sí. Y no ha sido la única vez.

OVNIS EN EL ANTIGUO EGIPTO

Ya con anterioridad el rey Tutmosis III presenció estos extraños artefactos en Egipto. De ello da cuenta el conocido Papiro Tulli que se conserva en los Museos Vaticanos, en Roma. Este documento describe la llegada de un círculo de fuego en el cielo el 18 de febrero de 1487 antes de C. "No tenía cabeza, (aunque) el aliento de su boca (despedía) un olor fétido. Su cuerpo era como una pértiga de largo (unos 5 metros) y una pértiga de ancho. No tenía voz". Más adelante puede leerse: "¡Oh! Son numerosos... Brillan más que el Sol, en los cuatro puntos cardinales del cielo". El documento traducido por el egiptólogo Boris de Rachewiltz es parco en detalles pero lo suficiente para deducir que varios objetos de origen desconocido establecieron contacto con los antiguos egipcios. ¿Podemos decir que los objetos que viajan hoy por nuestros cielos son los mismos que contemplaron los antiguos en el pasado?

Supuesta imagen del Papiro Tulli

Para el ex jesuita Salvador Freixedo no hay la menor duda, los "extraterrestres" estarían llevando a cabo un sistemático plan de concienciación y control de la humanidad desde tiempos pretéritos. Andreas Faber Kaiser llega más lejos en su libro "El muñeco humano" cuando sostiene que "los legados más antiguos de nuestra historia convergen en una explicación lógica para el origen de la humanidad: una supercivilización cósmica nos fabricó en un pasado remoto".

Hieroglifos en el templo de Abydos Egipto

"MARCIANOS" EN LA PREHISTORIA

De hecho hallamos "pruebas" de la presencia de otros seres avanzados en nuestro planeta desde la más remota antigüedad. En el desierto Sahara, al sur de la cordillera de Tassili, Argelia, por ejemplo, en las oquedades y restos de antiguos refugios se hallan más de cinco mil pinturas. Henri Lhote fue el primero en explorarlas, en 1933, y las bautizó como "los marcianos".

Pintura rupestre del Tassili

Las pinturas murales de Tassili, situadas en una plataforma arenosa de 800 kilómetros de longitud por 60 de ancho, contienen una información detallada de la vida del hombre prehistórico, reproducen animales con gran fidelidad, también hombres en escenas de caza, pero junto a ellos extraños seres de enorme cabeza redonda provista de un solo ojo. Algunos escépticos sugirieron que se trataba de hombres con calabazas vacías sobre sus hombros cumpliendo algún ritual primitivo, teoría que carece de fundamento por el hecho de que nunca se cultivó este fruto en lo alto de la meseta de Tassili. ¿Quiénes eran? ¿Por qué guardan tal semejanza con los modernos casos de contacto extraterrestre?

Los dioses de Tassili tienen sus homónimos en otras partes de mundo. En Australia, en España, en Francia, pero el legado vivo de aquellas pinturas se halla al norte de África, encarnado en la tribu de los dogon.

VISITANTES DE SIRIO

Los dogon viven en la República de Malí, en el antiguo Sudán francés y, curiosamente, disponían desde hace más de cinco mil años de una información privilegiada en referencia a la estrella Sirio imposible de adquirir sin los modernos conocimientos astronómicos. El investigador Robert K.G.Temple sugirió que los dogon adquirieron sus extraordinarios conocimientos gracias a las revelaciones de unos visitantes cósmicos que procedían del sistema solar conocida como "La estrella perro". ¿De qué otro modo podían saber que Sirio es un sistema triple, es decir, formado por tres estrellas cuando estos conocimientos no estarían en posesión del hombre moderno hasta 1995?

Efectivamente, un equipo de astrónomos franceses descubrió, ese año, que la estrella más brillante del firmamento era un sistema estelar formado por tres estrellas y no por dos, como sostenía la astronomía desde mediados del siglo XIX. Lo verdaderamente sorprendente es que cuando en 1931 el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a los dogon descubrió que sus tradiciones más sagradas hablaban de una estrella compañera de Sirio y de la que, incluso, conocían el tiempo que tarda en completar su órbita. Por si fuera poco los dogon sabían que es extraordinariamente densa y hablaban de una tercera estrella de la que, dicen, es mucho más ligera. Todos estos datos han podido ser cotejados, cinco mil años después, por D. Benest y J.L.Duvent quienes dedujeron en 1995 que la nueva Sirio C es una "enana roja" quinientas veces menos densa que nuestro Sol. ¿Sorprendente no?

Por si fuera poco otros pueblos vecinos como los Bambara, los Bozo de Segu y los Miniaka de Kutiala comparten idénticos conocimientos sobre Sirio con los dogon. "Cada cincuenta años -explica el investigador Javier Sierra- cumpliendo la órbita de Sirio B alrededor de Sirio A, estas tribus celebran las Fiestas Sigui, en honor a Sigui Tolo que es como conocen a Sirio A. Es entonces -prosigue- cuando elaboran complejas máscaras de madera para celebrar la entrada del nuevo ciclo, que después almacenan en un lugar sagrado desde, al menos, el siglo XV". Con respecto a cómo estas tribus adquirieron tales conocimientos Sierra añade: "Los dogon creen en un dios hacedor del Universo que mandó a nuestro planeta a un dios menor. Éste descendió a la Tierra y trajo semillas de plantas... Después de crear la Tierra, las plantas y los animales, este dios creó la primera pareja de humanos". Sorprendentemente esta leyenda encaja con otras de lugares bien dispares lo que hace pensar que todas partieron de un tronco común. ¿Acaso un acontecimiento real? Así lo pensaban, a finales de los cincuenta, los escritores franceses Louis Pauwels y Jacques Bergier "¿Y si los más viejos textos de la Humanidad -se preguntaban- sagrados a nuestros ojos, no fuesen más que traducciones bastardas, vulgarizaciones aventuradas, informes de tercera mano, recuerdos un poco adulterados de realidades técnicas?"

Si en el pasado, efectivamente, la Humanidad mantuvo contacto con seres extraterrestres resulta lógico pensar que, automáticamente, aquellos pueblos primitivos los asociasen a espíritus o divinidades que instruían a los humanos.


En la literatura védica , en un relato que se encuentra en las estancias de Dzyan, hallamos de nuevo alusiones a estos "instructores" extraterrestres y a la "importación" de algunos frutos, en este caso el trigo: "Frutos y granos, desconocidos sobre la Tierra hasta entonces, fueron traídos desde otras lokas (esferas o planetas) por los Señores de la Sabiduría". Se da la circunstancia de que, efectivamente, el trigo es una gramínea con una localización geográfica muy restringida en su origen, en concreto en Oriente Medio, donde aún se puede hallar en estado silvestre. Precisamente allí se generó la leyenda de Osiris, el dios egipcio que, entre muchas otras cosas, enseñó a los habitantes del Valle del Nilo a vivir en ciudades y la agricultura. Osiris, según la leyenda, descendió del cielo en un "barco volador". ¿Se trataba de un OVNI?

EL PUEBLO DE LAS ESTRELLAS

Uno de los relatos más curiosos es, sin embargo, el del etnólogo británico Karyl Robin-Evans, quien en un notable informe publicado en el Journal of Comparative Ethnology dio a conocer una singular tribu del Tibet. Se trata del pueblo de los Dzopa –hoy exterminados- que declaraban con vehemencia que habían venido de las estrellas y que esperaban que sus hermanos del cielo vinieran a buscarles. Los Dzopa custodiaban una serie de extraños objetos en forma de disco y sabían muchas artes extrañas. Comerciaban con sus habilidades médicas y con metales a cambio de comida y lecciones de agricultura.

Robin-Evans menciona una celebración, conocida como el Festival de las Cabezas, que conmemora la supuesta llegada del pueblo desde lo alto del firmamento. En el desarrollo de la ceremonia los Dzopa hacen volar cometas en las que han escrito frases como: "Venid a nosotros" o "Volved a nuestros hermanos perdidos".

También los conquistadores españoles hallaron numerosas referencias a seres superiores venidos de los cielos. Fernando Pizarro, que salió de Panamá y llegó a Coaqui, perú, en 1531, consiguió su primera y efímera victoria gracias a la piel blanca de sus hombres, sus caballos y el retumbar de los cañones. Al parecer los indígenas les confundieron con los "dioses blancos" cuya presencia coincidía con "ruidos estruendosos y desmedidos". También el cronista Hernán Cortés escribe: "Poco tiempo antes que viniésemos a la Nueva España vieron una señal en el cielo, que era como verde y colorado y redonda como una rueda de carreta y que junto a la señal venía otra raya y camino de hacia donde sale el Sol y se venía a juntar con la raya colorada". ¿Se referían a las naves de sus "dioses" extraterrestres?"

El Dios Blanco y barbado Quetzalcoatl

EL ASTRONAUTA DE PALENQUE

Pero un notable descubrimiento puede despejar las dudas todavía existentes. En el estado de Chiapas, México, en el vasto campo de ruinas mayas de Palenque dominada por una gran pirámide se levanta el llamado Templo de las Inscripciones. Fue allí, en 1945, donde el arqueólogo Alberto Ruiz Lhuillier descubrió un extraño relieve que representa un objeto cónico con un tubo de escape encendido. Un sacerdote estirado mira hacia arriba y sostiene palancas en sus manos. Los jeroglíficos mayas que figuran en el marco del dibujo del sarcófago han sido interpretados como el Sol, la Luna y la Estrella Polar, confirmando así la interpretación cósmica del relieve.
El Señor Pakal. Lapida de su sarcófago. Palenque.

¿Quiénes eran estos visitantes?, ¿Cabe pensar que nunca nos ha abandonado? ¿Significa esto que existe una presencia invisible pero protectora de la Humanidad influida por las doctrinas que hace miles de años seres de otros mundos legaron a los sacerdotes antiguos? Tal vez esta sea la razón de la existencia de muchas sociedades secretas quienes, desde la más remota antigüedad, han guardado los conocimientos que, presuntamente, otros seres les trasmitieron, tal vez la siguiente fase, en la que nos encontramos, sea descifrar los datos para el contacto definitivo.

Por Josep Guijarro Triadó
Director de KARMA 7
Investigador y periodista




Seguir leyendo...

sábado, 26 de diciembre de 2009

publico.es

Por Daniel Mediavilla

Madrid - 15/12/2009

Los útiles, de 1,57 millones de años, se encontraron en una cantera de basalto cerca de Montpellier
Los humanos ya habían llegado a Europa occidental hace 1,57 millones de años. Unos 200.000 años antes de la muerte de los homininos más antiguos encontrados en Atapuerca, hace 1,3 millones de años, una especie humana ya tallaba sus herramientas en el Valle del Herault, cerca de Motpellier.

Allí, en una cantera de basalto de Lézignan-la-Cèbe, se han encontrado 20 herramientas de piedra labradas al estilo olduvayense (la industria humana más antigua que se conoce) que aquellos individuos utilizarían para descuartizar animales o extraer el tuétano a sus huesos. El hallazgo lo publica un equipo del CNRS (Centro Nacional de Investigaciones Científicas, de sus siglas en francés) en el número de diciembre de la revista Comptes-Rendus PALEVOL.

El nuevo yacimiento lo encontró hace 15 años Jean Rouvier, un habitante de un pueblo cercano que recogió de la cantera un puñado de huesos y diéntes de mamífero fosilizados. En verano de 2008, Rouvier le habló de su hallazgo a uno de los autores del estudio y se comenzó a investigar el yacimiento.


Seguir leyendo...

domingo, 20 de diciembre de 2009


16-05-2004


Todo niño es caníbal por naturaleza. Para él todos los sentidos están primigeniamente unidos y para saciar su curiosidad y apreciar en toda la naturaleza de los elementos con los que se topa debe asimilarlos con todos sus sentidos. Es así que por sus ojos, por sus manos y por su boca pasan todos los objetos a los que tiene acceso. Es normal que un niño que gatee se lleve a la boca sus juguetes, la tierra, las rocas, los insectos porque es la mejor forma de apropiación que posee, es así que la necesidad de probar a sus congéneres es latente aunque no siempre realizable. Morder dedos probando su primer diente o morder a sus compañeros en el jardín de infancia es una breve salida para esa necesidad.

Pero el hecho quizás va más allá, si el canibalismo significa alimentarse del otro, más allá que el simple hecho de comer carne humana, el bebé lactante aferrado al pecho de su madre está canibalizándola. Se está alimentando a través de ella, o más exactamente se está alimentado de ella. Ese contacto íntimo, esa atrocidad cotidiana, para el bebé es natural.

Pero llega un momento en que el pequeño caníbal entra a la sociedad. La sociedad que le enseña que alimentarse de los otros, a no ser por necesidad, está mal visto; que la carne humana no se come, que un ser racional no se alimenta de otro ser racional.

¿Cómo se da ese proceso de aprendizaje, esa íntima enseñanza de la moral y la dieta?

Nosotros nos criamos con cuentos de hadas, hermosos y dulces cuentos donde sabíamos quién era el bueno, quien era el malo. Donde aprendíamos que hacer caso al bien tiene premio y no hacerlo tiene castigo.

Hasta nuestros días llegan esos cuentos que por docenas de generaciones y cientos de culturas se han transmitido oralmente como el cuento de antes de acostarse o la narración para entretener y asustar. Claro que el día de hoy estos cuentos han pasado por tantas bocas y por tantos hombres que han llegado deformados, y en un afán de protegernos han perdido sus enseñanzas y se han convertido dulces anécdotas de bondad y final feliz.

Los hermanos Grimm, por ejemplo, tomaron los cuentos publicados antaño e investidos en los protectores de la niñez desbrozaron de maldad, horror y crueldad los relatos que los niños escuchaban aterrorizados pero encantados. Cuentos de hadas y ogros, y muchas veces cuentos de canibalismo.

El cuento original de la Bella Durmiente por ejemplo llegó a nosotros en versión resumida que finalizaba cuando el apuesto príncipe besa a la hermosa durmiente la cual despierta.

En el cuento que Charles Perrault nos cedió muchos años atrás, este era sólo el inicio del cuento. La bella durmiente tiene con el príncipe dos hijos: Aurora y Día y los tiene a ocultas de los padres de él porque ambos son ogros. Un día, su padre ya muerto y él convertido en rey sale del reino, su madre decide comerse a sus propios nietos y así le dice al mayordomo:

- Mañana para la cena quiero comerme a la pequeña Aurora.
- ¡Ay! señora, dijo el mayordomo.

- ¡Lo quiero!, dijo la reina (y lo dijo en un tono de ogresa que desea comer carne fresca), y deseo comérmela con salsa -Robert.

O cuando el ogro de pulgarcito descubre en su casa a los siete niños que su mujer ha ocultado:

Sacó a los niños de debajo de la cama, uno tras otro. Los pobres se arrodillaron pidiéndole misericordia; pero estaban ante el más cruel de los ogros quien, lejos de sentir piedad, los devoraba ya con los ojos y decía a su mujer que se convertirían en sabrosos bocados cuando ella les hiciera una buena salsa. Fue a coger un enorme cuchillo y mientras se acercaba a los infelices niños, lo afilaba en una piedra que llevaba en la mano izquierda.


Y deseos similares tiene el ogro de Jack y las habichuelas y la bruja de Hansel y Gretel y otros personajes de la literatura infantil.

Pero quizás el cuento más importante que llegó hasta nosotros mil veces repetido, es el de la Caperucita Roja y donde los hermanos Grimm le dieron un final feliz con leñador y vomitada de abuela y niña, Charles Perrault lo remata fatalmente con la frase:

Abuela, ¡qué dientes tan grandes tiene!

¡Para comerte mejor!

Y diciendo estas palabras, este lobo malo se abalanzó sobre Caperucita Roja y se la comió.

En esta última historia la moraleja es clara, él mismo indica: Aquí vemos que la adolescencia, / en especial las señoritas, /bien hechas, amables y bonitas /no deben a cualquiera oír con complacencia.

El canibalismo está mal visto, y no sólo eso sino también es castigado. Volviendo al ogro de pulgarcito, cuando este decide dejarlos pasar la noche para comérselos al día siguiente, comparten habitación con las siete hijas del ogro. Pulgarcito temiendo que este cambie de opinión en la noche reemplaza los sombreros de sus hermanos con las coronas de las niñas y cuando el ogro llega medio borracho a la habitación oscura se confunde de víctimas:
-¡Ah!, exclamó, ¡aquí están nuestros mozuelos!, trabajemos con coraje.

Diciendo estas palabras, degolló sin trepidar a sus siete hijas. Muy satisfecho después de esta expedición, volvió a acostarse junto a su mujer.

Es de esta manera que los niños horrorizados y maravillados con estas historias aprenden que el canibalismo es de salvajes, ogros y brujas y empiezan a buscar nuevas recetas para poder llegar a conocer el mundo que los rodea.

Será por eso que es común creer que las tribus indígenas, que son como niños para las culturas occidentales, tienen tradiciones caníbales (que aunque hay algunas no son en todos los casos y no como dieta cotidiana) y por eso mismo se los perdona y se los educa en la moral y la cocina cristiana, cuando quizás la verdadera naturaleza humana se encuentre allí y la alimentación del prójimo esté marcada en nuestra sangre como lo más natural que existe.



Seguir leyendo...

viernes, 18 de diciembre de 2009

Leap2020.eu

Primavera Boreal de 2010 – Nuevo punto de inflexión de la crisis sistémica global: Cuando el lazo corredizo de los déficits públicos estrangule a los Estados y a los sistemas sociales occidentales

- Nota publica de GEAB N°40 (16 de noviembre de 2009) -


Según el LEAP/E2020, la crisis sistémica global tendrá un nuevo punto de inflexión a partir de la primavera de 2010. En ese momento las finanzas públicas de los principales países occidentales se tornarán incontrolables, porque simultáneamente resultará evidente que serán necesarias nuevas medidas de apoyo económico, dado el fracaso de los diversos estímulos de 2009 (1) y que la magnitud de los déficits presupuestarios impide cualquier nuevo gasto significativo.

Si bien este « lazo corredizo » de los déficit que los gobiernos voluntariamente se han puesto al cuello durante este año, rehusándose a hacer que el sistema financiero asuma el precio de sus desacierto (2), pesará considerablemente en todo el gasto público, afectará sobretodo a los sistemas sociales de los países ricos empobreciendo y cada vez más a la clase media y jubilados, dejando a los más desfavorecidos a la deriva (3).

Mientras tanto, el contexto de insolvencia de un creciente número de Estados y de comunidades locales (regiones, provincias, estados federados) dará lugar a un doble fenómeno paradójico, aumento de las tasas de interés y fuga de la moneda hacia el oro. En ausencia de una alternativa organizada, ante un USD cada vez más débil, para encontrar una opción a la pérdida de valor de los bonos del Tesoro (especialmente estadounidense), los bancos centrales de todo el mundo deberán en parte « reconvertirse al oro », el antiguo enemigo de la Reserva Federal, sin poder aún declararlo oficialmente. La apuesta a la recuperación ya ha sido absolutamente perdida por los gobiernos y los bancos centrales (4); el punto de inflexión de la primavera boreal de 2010 representará el inicio de la transferencia masiva de 20.000 millardo de USD de « activos fantasmas » (5) a los sistemas sociales de los países que los han acumulado.

En este GEAB N° 40, el equipo del LEAP/E2020 desarrolla sus análisis sobre estos diferentes temas presentando al mismo tiempo una evaluación detallada de sus anticipaciones para 2009 la que obtuvo un resultado general del 72% (6) de aciertos. Finalmente, nuestros investigadores dan a conocer sus recomendaciones, para este mes en particular: bienes inmuebles comerciales, divisas y rentas de los expatriados.


Los diez primeros países en función de la vulnerabilidad en relación Deuda/PIB (en azul: deuda pública; en naranja: deuda privada) - Fuente: Crédit Suisse, 03/2009

La realidad se encargó rápidamente de sostener a la anticipación del GEAB N° 39 que indicaba que el 2010 sería un año caracterizado por tres tendencias, una de las cuales es el cese de pago de los Estados (7): de Dubai a Grecia, pasando por los discursos cada vez más impacientes de las agencias de calificación por las deudas estadounidenses y británicas o por el presupuesto draconiano adoptado por Irlanda y las recomendaciones de la Eurozona para el control de los déficit públicos, la incapacidad creciente de los Estados para enfrentar sus deudas, son titulares de los medios de comunicación. Sin embargo, en esta agitación mediática, todas las informaciones no tienen el mismo valor: algunas son sólo elucubraciones sobre el « dedo » del proverbio chino (8), cuando otras realmente tratan sobre la Luna.

En el capítulo de las elucubraciones sobre el « dedo », este comunicado público del GEAB N° 40 presenta el análisis de lo caso de Grecia.

La crisis de la deuda griega: un pequeño problema para Frankfurt y una severa advertencia para Washington y Londres

Vayamos a Grecia. Aquí encontramos un tema similar a lo que nuestro equipo había denunciado en el GEAB N° 33, marzo de 2009, cuando la prensa transmitió masivamente la idea de que Europa del Este iba arrastrar al sistema bancario europeo y al Euro a una grave crisis. Habíamos expuesto que esta « información » no se basaba en algo creíble y que era « una tentativa deliberada por parte de Wall Street y de la City de hacer creer en una fractura de la UE e instalar la idea de un gran riesgo « mortal » en la Eurozona, al difundir permanentemente falsa información sobre el « riesgo bancario proveniente de Europa Oriental » con la intención, al mismo tiempo, de estigmatizar a la Eurozona como « timorata » ante las medidas « voluntariosas » estadounidenses o británicas. También, uno de los objetivos es intentar desviar la atención internacional del agravamiento de los problemas financieros en Nueva York y Londres, al mismo tiempo que busca debilitar la posición europea en vísperas de la Cumbre del G20.»

El caso griego es muy similar. No es que no haya una crisis de las finanzas públicas en Grecia (es real), pero sus supuestas consecuencias sobre Eurozona están sobreestimadas, mientras que la crisis indica una creciente tensión en torno a la deuda soberana, talón de Aquiles de Estados Unidos y el Reino Unido (9).


Emisión de nueva deuda soberana en 2009 (en millones de USD) - Fuente: PhoenixProject, 07/2009

En primer lugar, debemos recordar que Grecia sigue siendo el país que por excelencia ha administrado mal su adhesión a la UE. Desde 1982, los diversos gobiernos griegos han utilizado a la UE simplemente como una fuente inagotable de financiación, sin lograr modernizar las estructuras económicas y sociales de su país. Con casi el 3% del PIB proveniente directamente de Bruselas en 2008 (10), Grecia es realmente un país europeo en transfusión desde hace casi treinta años. El deterioro actual de las finanzas públicas del país es por lo tanto un paso más en su larga evolución. Los responsables de la Eurozona saben desde hace mucho tiempo que el problema griego ocurriría algún día.

Pero el país que representa un 2,5% del PIB de la Eurozona (y un 1,9% del de la UE), está lejos de ser un grave peligro para la moneda única europea y para la Eurozona. A título de ejemplo, la quiebra de California (12% del PNB de EEUU) es infinitamente más susceptible de desestabilizar al USD y la economía estadounidense. Además, dado que se encuentran frecuentemente listados exhaustivos, por las mismas plumas, de todos los países de la Eurozona que enfrentan una grave crisis de su hacienda pública (España, Irlanda, Portugal a los cuales añadimos Francia y Alemania), es necesario completarla e indicar que en Estados Unidos, además del Estado Federal técnicamente en quiebra (11) si la FED no imprimiera USD en cantidades ilimitadas para comprar directa e indirectamente Bonos del Tesoro emitidos en proporciones idénticas, además de California (el estado más rico de la Unión, que se bambolea al borde del abismo desde meses) ya se encuentran 48 de los 50 Estados en déficit presupuestarios crecientes (12). Como lo resume el titular del Editorial de Stateline, el sitio estadounidense especializado en los Estados y municipios,Nightmare scenarios haunt states (Contextos de pesadilla atormentan a los Estados); todos los estados estadounidenses pueden entrar en cesación de pago durante 2010/2011.

La Eurozona, que tiene las más importantes reservas de oro del mundo (13), reúne también a países que acumularon excedentes presupuestarios hasta el año pasado, un comercio exterior siempre excedentario y un banco central que no ha transformado su balance en un receptor de activos « putrefactos o fantasmas » (como lo hace la FED desde hace 18 meses). Si la crisis de la hacienda pública griega indica algo, no es tanto la situación de Grecia o una problemática específica de la Eurozona, sino un problema más general que se agravará en 2010: el hecho de que las obligaciones de los Estado ya constituyen una burbuja a punto de estallar (más de 49.500 millardos de USD a escala mundial, lo que representa un incremento del 45% en 2 años) (14).

La degradación de las evaluaciones efectuadas por las agencias estadounidenses de calificación a raíz de la crisis de Dubai indican , como siempre, que estas agencias no saben (o no pueden) anticipar este tipo de proceso. Recordemos que no atisbaron la crisis de las subprimes o en el hundimiento de Lehman Brothers y AIG, ni el de Dubai. Como son dependientes del Gobierno estadounidense (15), no pueden cuestionar directamente a la dupla núcleo del sistema financiero actual (Washington-Londres). Sin embargo, indican la dirección por dónde vendrá el próximo gran golpe, las obligaciones de los Estados… y en este ámbito, los dos más expuestos son Estados Unidos y el Reino Unido.

Es, además, muy instructivo constatar que el discurso de estas agencias evoluciona sutilmente. En pocas semanas, han pasado de la sempiterna explicación que la calidad intrínseca de las economías y de gestión de estos dos países (16) elimina todo riesgo de cesación de pago por parte de sus gobiernos respectivos a un recordatorio que será necesario, a partir de 2010, demostrar esta calidad y estas aptitudes gestoras con el fin de mantener la famosa Triple A, que permite pedir prestado a menor costo (17). Si ahora las agencias de calificación comienzan a pedir pruebas, es que las cosas van de verdad muy mal.

Para concluir con el caso griego, nuestro equipo considera que la situación actual es triplemente positiva para la Eurozona:

. está obligada a considerar seriamente las medidas de solidaridad que deben aplicarse en este tipo de situación. Los observadores tendrán que hacer una elección franca: o tratan a Grecia como un país aislado, o la tratan como un componente de la Eurozona. Pero no pueden hacer las dos a la vez, añadiendo a la debilidad de la Grecia aislada un debilitamiento de la Eurozona a causa de Grecia;

. obliga a las autoridades griegas a hacer una operación « Verdad » sobre el estado de las finanzas de su país y permitirá a la UE impulsar las reformas necesarias, especialmente, para reducir vigorosamente la corrupción y el clientelismo endémicos (18);

. finalmente debería servir de ejemplo a los gobiernos europeos (y otros) que manipulan cada vez más las estadísticas económicas y sociales, demostrando que estas manipulaciones sólo hunden al país en una crisis más profunda. Desgraciadamente, dudamos que otros líderes sigan el ejemplo del primer ministro griego; en cualquier caso no antes de que cambie el gobierno en el Reino Unido, Estados Unidos, Francia o en Alemania por ejemplo.
___________

--------
Notas:

(1) El consumo sigue siendo débil tanto en Estados Unidos como en Europa (pese a las fiestas de fin de año). El supuesto crecimiento chino (véase el vídeo de Al Jazeera, muy esclarecedor sobre la realidad detrás de las cifras chinas) ni siquiera logra estimular aunque sea un poco a de su vecino nipón (lo que constituiría un signo cierto de que hay una reactivación de la economía de China), obligado a ser el primer gran país en adoptar un segundo plan de estímulo económico en menos de dos años (fuente: Asahi Shimbun, 09/12/2009). En cambio la manipulación de las estadísticas bate récords de actividad: descenso « radical » del desempleo en Estados Unidos alimentado por el empleo precario vinculado a las contrataciones de los comercios antes de las fiestas y un método de cálculo siempre tan « teórico » (fuente: Global Economic Trend Analysis, 04/12/2009), « Black Friday » cuyas ventas incluso disminuyeron en valor en relación con el año pasado (fuente: Reuters, 29/11/2009), el desempleo que continúa subiendo, bienes inmuebles comerciales en caída libre en Europa (fuente: Les Echos, 10/12/2009, y un interesante paseo visual a través de los edificios de oficinas vacíos en Amsterdam realizada por Taco Dankers, volumen de la producción industrial China « tranquilizador » en noviembre de 2009 comparado con la drástica disminución de noviembre de 2008. Qué resultados fantásticos para los cientos de millones de los planes de recuperación de 2009!

(2) Y creyendo a los bancos que les dijeron que salvarles, era salvar la economía.

(3) Fuente: USAToday, 14/12/2009

(4) Fuentes: CNBC, 08/12/2009; Yahoo/Reuters, 27/11/2009

(5) Los dos tercios del monto global estimado por LEAP / E2020 hace más de un año, que se esfumaron en los diversos mercados financieros o inmobiliarios del planeta.

(6) Es un resultado en baja, con relación al 80% de 2008, pero que sigue siendo muy elevado, en particular para un año excepcional, sobretodo por el grado de intervención de los actores públicos y la escala sin precedente de sus intervenciones que multiplican los factores en juego.

(7) Para el componente « presión fiscal », Londres y Dublín acaban de abrir el baile (Fuentes: Times, 06/12/2009; Irish Times, 11/12/2009).

(8) « Cuando el sabio señala la Luna, el tonto mira al dedo ».

(9) Y de Japón en menor medida

(10) Fuente: La Croix, 05/10/2009

(11) Fuente: New York Times, 22/11/2009

(12) Fuente: CBPP, 19/12/2009

(13) Así, entre los bancos centrales nacionales y el BCE, la Eurozona posee 10.900 toneladas de oro y Estados Unidos sólo 8.133 toneladas (Fuente:FMI/Wikipedia, 11/2009O, para ser más preciso: el Tesoro declara que Estados Unidos posee esa cantidad de oro, sabiendo que ninguna auditoría independiente sobre la cantidad exacta de las reservas de oro estadounidense se ha hecho desde más de cuarenta años. Volveremos más detalladamente sobre el tema del monto real de las reservas de oro de EEUU en el proximo GEAB N°41 ya que nuestro equipo considera que en 2010, frente a la explosión de la burbuja de las obligaciones de Estado, el oro volverá a ser una necesidad ineludible para los bancos centrales.

(14) Fuentes: DailyMarkets, 24/11/2009; Telegraph, 30/11/2009; Forbes, 24/11/2009

(15) Legal y financieramente, ver GEABs anteriores.

(16) Rozamos, a veces, al surrealismo más absoluto leyendo las consideraciones de estas agencias.

(17) Fuente: Wall Street Journal, 08/12/2009

(18) Fuente: Financial Times, 11/12/2009
Seguir leyendo...

lunes, 14 de diciembre de 2009


El País

Por Fernando Castanedo

26/03/2006


Cripta del Castillo de Tiffauges en Vendée. Foto de Merlin.

Gilles de Rais, nieto de uno de los hombres más ricos y poderosos de Francia, enseguida despuntó por su temeridad en los campos de batalla. Fue lugarteniente de Juana de Arco y sólo contaba 25 años cuando Carlos VII le hizo mariscal de Francia. Al morir su abuelo se retiró a sus dominios y allí comenzó una carrera de sexo y sangre que le hizo pasar a la historia de los malos con el nombre de un monstruo de cuento, Barba Azul.

Gilles de Rais nació en la torre negra del castillo de Champtocé en 1404. Su padre, Guy de Rais, se había casado con la hija de su peor enemigo, Jean de Craon, para zanjar la disputa por una herencia. Del contrato matrimonial de Guy de Rais y Marie de Craon nacieron dos hijos, Gilles y René, que quedaron huérfanos al morir la madre y el padre en 1415. Guy de Rais tuvo el tiempo justo de hacer testamento y dejar instrucciones sobre lo que deseaba para sus hijos. Lo que no quería bajo ningún concepto era que Jean de Craon, su malévolo y astuto suegro, se hiciese cargo de ellos. Dejó la tutela en manos de un primo que no pudo hacer nada cuando el poderoso abuelo de Gilles de Rais decidió saltarse a la torera la última voluntad de su yerno. No iba a permitir que otro administrase las riquezas acumuladas en parte gracias a sus manipulaciones y que pronto pasarían a este nieto.


Gilles de Rais

La vida con su abuelo resultó instructiva. En el castillo de Champtocé aprendió a hacer siempre lo que le venía en gana, sin importarle si estaba bien o no. Los dos clérigos que le habían tutelado hasta entonces, al comprobar que el abuelo “dejaba a su nieto libre de hacer, a su gusto, todo el mal que le pluguiese”, y que además se ponía él mismo como ejemplo para Gilles, se marcharon. La lección fundamental que le transmitió Jean de Craon fue que su estado le situaba por encima de la ley, más allá de las prohibiciones pensadas para el resto de los hombres. El abuelo no tardó en iniciarle en la práctica de este dictado. Negoció dos posibles bodas para su nieto, pero al ver que ninguna de estas alianzas cuajaba le mandó secuestrar a su riquísima prima Catherine de Thouars, que iba a heredar propiedades colindantes con las suyas en Poiteau. Gilles la abdujo y su abuelo amenazó a la familia de la muchacha con meterla en un saco y echarla al río Loira, como a un gato, si no accedían al enlace. Los de Thouars enviaron negociadores, entre ellos a un tío de Catherine. De Craon los recibió con una paliza y los encerró en las mazmorras de Champtocé. Durante las conversaciones que siguieron, el padre de Catherine murió de unas fiebres y, finalmente, cuando las autoridades eclesiásticas reconocieron el matrimonio entre Gilles y Catherine, De Craon liberó a los negociadores. Las condiciones del encierro habían sido tan malas que el tío de la recién casada murió poco después.


Castillo de Champtocé

Pero una infancia torcida puede dar como resultado un hombre malo cuando va acompañada de otros defectos del carácter. En el caso de Gilles de Rais se conjugaron la ausencia total de escrúpulos que observó en su abuelo con una osadía temeraria, ambas unidas a una candidez infantil. Para justificar a Gilles de Rais, o mejor, para explicarlo, casi todos los intérpretes han recurrido a la costumbre de rascar en su infancia y en su juventud. A este respecto, lo fundamental parece estar en un abuelo que, por un lado, se puso como ejemplo a seguir, pero, por otro, no supo enseñarle a dirigir su falta de escrúpulos a un determinado fin. Jean de Craon dirigía todos sus esfuerzos a lucrarse, sin importarle los medios. Así logró la mayor fortuna de Francia. Gilles, por el contrario, se quedó con la práctica del mal, pero sin fines concretos a la que aplicarla, y terminó dirigiéndola hacia lo único que le era propio e inalienable: la satisfacción de sus instintos. La lección fundamental que le transmitió Jean de Craon fue que su estado le situaba por encima de la ley, más allá de las prohibiciones pensadas para el resto de los hombres, y se dedicó a obtener el placer que le proporcionaba ver sufrir a los demás.

Al hambre se juntaron las ganas de comer cuando, a los 14 años, Gilles de Rais comenzó su carrera militar participando en varias escaramuzas de la Guerra de los Cien Años. Contando ya con una sólida formación en el crimen y la crueldad, Gilles no podía sino destacar en el arte de destruir al enemigo. En cuanto se armó caballero, empleó su fortuna en levar soldados, consiguió reunir a los mejores mercenarios, pagó espías sin mirar en gastos y logró rodearse de caballeros tan valientes como él. No le costó acostumbrarse a la vida de campaña, a las marchas, a las refriegas permanentes con los ingleses, a la sangre ni a los gritos de los moribundos. De hecho, se hizo famoso por encabezar con una temeridad loca las cargas contra el enemigo, blandiendo golpes de espada contra todo lo que se le pusiera delante mientras se desgañitaba jaleando a los suyos. Logró algunas victorias importantes para el delfín –heredero al trono de Francia–, al que apoyaba contra las pretensiones de Enrique V de Inglaterra, que quería hacerse con la corona.


Batalla en la Guerra de los 100 años

Precisamente en 1429 se presentó ante el delfín una doncella que decía escuchar voces de santos. Le pidió un ejército para liberar la ciudad de Orleans, asediada por los ingleses, y para coronarle de una vez por todas rey de Francia. La doncella se llamaba Juana de Arco y obtuvo lo que pedía: diez mil soldados bajo el mando de Gilles de Rais, que para entonces se había convertido en uno de los caballeros más apreciados, tanto por su riqueza como por su brutalidad. Mano a mano la doncella y el caballero, la futura santa y el monstruo futuro, ganaron batallas, liberaron Orleans y fueron los encargados de conducir al delfín Carlos hasta Reims para su coronación. El honor de llevar los santos óleos en la ceremonia recayó en Gilles de Rais. Poco después, Carlos VII le nombraba mariscal de Francia a instancias de su favorito –y primo de Gilles–, Georges de la Tremoille.


Armas acordadas a Gilles de Rais en 1429

Al año siguiente, De la Tremoille se lavó las manos cuando los ingleses capturaron a Juana de Arco y la acusaron de herejía. Gilles de Rais intentó convencer a su primo de que podían salvar a la doncella de Orleans, pero en realidad al favorito le interesaba que la joven visionaria desapareciese de la corte de Carlos VII. Juana de Arco fue condenada y murió en la hoguera en 1431. Georges de la Tremoille, mientras tanto, se jactaba cínicamente de lo bien que sabía manejar a Gilles, del que decía que era un tonto útil (y muy rico): “¡Es bueno hacerle progresar en el aprendizaje del mal!”.

En 1432 murió Jean de Craon, no sin antes tener un último gesto de desprecio para con su nieto y heredero: le entregó su espada a René, el menor de los dos hermanos, y se lamentó de haber criado a Barba Azul. En cuanto le llegaron las noticias, Gilles decidió abandonar los tejemanejes de la corte, para los que no valía, se retiró a sus tierras y largó todas las velas de su deseo. Al poco tiempo comenzaron a propagarse rumores por la comarca.

La fiesta de este chivo comenzó en Champtocé, pero Gilles de Rais también dispuso habitaciones para sus orgías en los castillos de Tiffauges y de Machecoul, y en la casa llamada de la Suze, en Nantes. El primer secuestro que se le atribuyó fue el de un aprendiz de curtidor. Al parecer, Guillaume de Sillé, primo y amigo íntimo de Barba Azul, encargó al muchacho, de 12 años, que llevara un mensaje al castillo de Machecoul. Pasado un tiempo razonable, el curtidor, visto que su aprendiz no daba señales de vida, se acercó al castillo a preguntar por él y allí le dijeron que el muchacho había sido raptado en Tiffauges por unos salteadores. Nunca más se supo del aprendiz. Algo parecido les sucedió, años más tarde, a algunas madres que se atrevieron a pedir cuentas a los habitantes del castillo de Machecoul. Guillaume de Sillé, tal vez para protegerse, o quizá para consolarlas, salió del paso con la patraña de que en efecto raptaban a los niños y se los entregaban a los ingleses por orden del rey. Añadió que, una vez en Inglaterra, los educaban para convertirlos en pajes.


Castillo de Tiffauges

Poco a poco, los rumores sobre desapariciones de niños fueron a más, hasta el punto de que toda la comarca del País de Rais cobró una fama siniestra. Cuenta una crónica que en cierta ocasión se encontraron dos campesinos de camino al mercado y que cuando se preguntaron de dónde eran y uno de ellos respondió que de Machecoul, el otro le miró aterrorizado, dijo: “ahí es donde se comen a los niños”, se santiguó y se fue.

Lo que pasaba con los niños desaparecidos no llegó a saberse hasta años después, gracias a los testimonios recabados durante la investigación judicial. A pesar de que muchas de las confesiones se obtuvieron bajo tortura, incluida la del principal encausado, coincidían en demasiados puntos como para ponerlas en tela de juicio. Por ellas sabemos que el crimen se fue repitiendo hasta convertirse en un violento y macabro ritual que los celebrantes disfrazaban de ceremonia solemne.

Lo primero, claro está, era hacerse con una víctima. Con frecuencia secuestraban a los niños con engaños, como en el caso del aprendiz de curtidor, pero también se aprovechaban de los mendigos que llamaban cándidamente a las puertas del castillo pidiendo limosna. Tampoco faltaron padres confiados que se dejaban seducir por promesas falsas, ni padres sin escrúpulos que vendían a sus hijos por unas monedas.

Una vez en su poder, los criados se ocupaban de preparar al niño o al muchacho (hubo víctimas de entre 7 y 20 años). Le vestían con prendas lujosas, le alababan al señor que estaba a punto de conocer y le prometían toda clase de regalos si se portaba bien. Después llegaba el festín. Los criados conducían al niño a la mesa. Gilles de Rais y los participantes se sentaban a cenar con el niño, impresionado por lo que le había tocado en suerte vivir. Se servía una cena exquisita, abundante y bien acompañada de hidromiel y vino.


Festín en la Edad Media

De allí pasaban a una cámara especialmente dispuesta, a la que sólo tenían acceso los cómplices más allegados de Gilles de Rais. Éste observaba a los muchachos y “frotaba contra ellos su virilidad… se deleitaba e inflamaba de tal modo que criminalmente y en forma adversa a la normal surtía el vientre de los niños”, según reza el auto medieval. Si el muchacho gritaba, cosa que molestaba mucho a Barba Azul, lo colgaban del cuello para sofocar sus sollozos y De Rais lo violaba en esa postura. Enardecido por su instinto sangriento, De Rais lo mataba o daba orden de que lo matasen. Algunas veces decapitaban a los muchachos o los degollaban, y otras los descuartizaban, les daban garrote o les abrían las entrañas como si fuesen ganado.


Gilles de Rais. Grabado de Bombled. S XIX.

La ceremonia no siempre terminaba del mismo modo. Poitou, uno de los siervos más fieles de Gilles de Rais, fue secuestrado como cualquier otro, pero cuando llegó la hora de asesinarle el mariscal le perdonó la vida en honor a su belleza. Precisamente fue Poitou el que en su declaración recordó cómo “una vez muertos, [De Rais] besaba a los niños; solía tomar las cabezas y las extremidades más hermosas, las levantaba para admirarlas y lloraba lamentándose de lo sucedido. También ordenaba que se les abriesen los cuerpos y disfrutaba con la visión de sus órganos internos. En algunas ocasiones se sentaba encima del niño moribundo y se tocaba mientras le veía morir. Se reía…”.

Por otros testimonios sabemos que también se daba a la necrofilia. Después de fornicar con los cadáveres de sus víctimas, padecía unos brotes locos de arrepentimiento en los que juraba que emprendería una peregrinación a Tierra Santa para redimir sus crímenes. Los buenos propósitos duraban poco. Al día siguiente, el riquísimo Gilles se veía de nuevo rodeado de una numerosa flotilla de íntimos que le adulaban y le seguían el juego, riéndole las gracias, secundando sus caprichos aberrantes, azuzándole y zanganeando a su costa; Gilles de Rais no habría llevado a cabo sus crímenes sin ayuda.

El escuadrón del vicio estaba formado, además de por un gran número de criados y comparsas, por varias figuras principales que compartían con Gilles una vida fastuosa. Desde el principio contó con sus primos Guillaume de Sillé y Roger de Briqueville, además de otros jóvenes de familias nobles y arruinadas; Blanchet, su capellán; sus fámulos Henriet y Poitou, y al final, con el brujo Prelati.

El mariscal de Francia no se privaba de nada, y mucho menos de escenificar su poder, aunque desde que se retiró de la corte no fuese más que un poder nominal. Por ejemplo, seguía desplazándose con toda la pompa protocolaria que le correspondía, aderezada con algunos extras de su cosecha. Se hacía preceder de heraldos y maceros, con tabardos bordados en oro y plata, a los que acompañaban pajes vestidos con jubones de brocado y sayos trepados, reyes de armas y persevantes, un cuerpo de ballesteros bretones a pie y de caballeros sobre alazanes, mientras él, como un rey, montaba su palafrén.

Pero Gilles de Rais, al contrario que su abuelo, sólo sabía gastar como un pródigo y pronto se vio sin dinero contante y sonante con el que mantener el espectáculo de su locura. Para salir de aquella situación comenzó a vender propiedades hasta que en 1435 su hermano René, junto con otros parientes, temiendo que liquidase todos los bienes raíces de la familia, logró que el rey firmase una orden que le prohibía seguir dilapidándolos. Gilles de Rais decidió recurrir a la alquimia, en primer lugar, y más adelante, al satanismo. El cura Blanchet se convirtió en su procurador.

Para empezar, el sacerdote le presentó a un orfebre al que había conocido en la taberna del pueblo. El artesano se jactaba de que podía convertir la plata en oro. De Rais le entregó una moneda de plata y le dejó a solas para que obrase el milagro. Cuando regresó al taller se encontró con el alquimista tirado en el suelo entre vapores etílicos, inconsciente. Al parecer, su don consistía principalmente en convertir una moneda de plata en varias frascas de vino.


Taller de Alquimista en la Edad Media

Visto que la alquimia no funcionaba, De Rais se pasó al satanismo. El mariscal de Francia, que había visto a Juana de Arco sacarse una flecha del cuello y continuar luchando como si nada, tenía fe en los milagros y estaba convencido no sólo de que los tratos con el demonio le sacarían de sus apuros económicos, sino también de que le convertirían en el hombre más poderoso de Francia.

Blanchet le presentó a un brujo llamado Rivière que se decía capaz de convocar al diablo. Durante el juicio contra Gilles, Blanchet relató cómo una noche Rivière, armado con escudo y espada, les condujo a todos al claro de un bosque y les hizo esperar allí mientras él iba en busca de Satán: “Escuchamos un gran estruendo, que a mí me pareció el ruido de una espada contra un escudo, y al poco apareció Rivière, pálido y muerto de miedo, diciendo que el diablo había pasado a su lado en el bosque. Después regresamos a Pouzages y estuvimos allí de juerga hasta que nos quedamos dormidos”. El brujo Rivière, visto que su amo se lo creía todo como un niño, le pidió una fuerte cantidad de dinero para comprar material de invocaciones satánicas. Gilles se lo dio y el mago desapareció como por ensalmo.


El Diablo

Pero De Rais no escarmentaba. En 1438 envió a Blanchet a Italia en busca de un nigromante que pudiese ponerle en contacto con Satanás. El sacerdote conoció a François Prelati, un joven políglota, charlatán y embaucador que se dedicaba a hacer conjuros. Blanchet y Prelati llegaron al castillo de Tiffauges en la primavera de 1439. Gilles de Rais puso inmediatamente a su disposición todos los medios para que el hechicero convocase al diablo en la noche más propicia del año, la de San Juan.

Llegados el día y la hora, el cura Blanchet, los criados Poitou y Henriet, el primo Guillaume de Sillé, De Rais y Prelati se encerraron en el gran salón del castillo. El brujo dibujó un gran círculo en el suelo, inscribió una estrella de cinco puntas dentro de él y pintó símbolos en los entrepaños. De acuerdo con el testimonio de Blanchet, De Rais seguía a Prelati por todo el salón con un gran volumen lleno de páginas escritas en rojo. También llevaba consigo una carta dirigida al Maligno, en donde le prometía todo lo que quisiese –menos la vida y el alma– a cambio de una fortuna sin límites.


Pentagrama

Cuando terminó de dibujar, Prelati les dijo que ni se les ocurriera santiguarse, por mucho miedo que tuviesen. Ordenó cerrar las ventanas y entonces Gilles mandó a los demás que saliesen de la gran sala. De Sillé se alegró porque en otra ocasión, cuando un mago había convencido a los dos primos de que había un espíritu en la habitación donde se hallaban, le dio un pánico tal que saltó por una ventana. Según De Rais, Prelati condujo una ceremonia que consistía en conjurar, a veces de rodillas, a veces de pie, y también deambulando, a un diablo llamado Barrón. Éste no apareció, pero sí lo hizo una tormenta que levantó un ventarrón furioso y descargó una tromba de lluvia impresionante; cayeron rayos y truenos sobre Tiffauges. La tormenta sirvió para consolar a Gilles del plantón que les había dado el diablo y, al mismo tiempo, para salvar el prestigio nigromántico del sinvergüenza de Prelati.

Este sainete se convirtió en rito macabro cuando Prelati, tal vez ignorando los crímenes de Gilles de Rais, le dijo que Barrón exigía un sacrificio con el corazón, los ojos y los órganos sexuales de un niño. El hechicero obtuvo lo que había pedido y realizó el sacrificio, esta vez encerrándose a solas en una sala del castillo. Desde fuera, los demás escucharon gritos, golpes e imprecaciones. Prelati salió de la sala lleno de heridas y magulladuras, diciendo que Barrón se había mostrado y le había propinado una paliza brutal. Blanchet, en su testimonio ante los jueces, sostuvo que los ruidos de aquel día “le sonaron como si alguien sacudiera un colchón de plumas”.

Mientras tanto, la liquidación de propiedades continuaba. René, siempre alerta, seguía acosando a su hermano por su prodigalidad y tras varios pleitos logró que un tribunal le asignase el castillo de Champtocé. Gilles de Rais se echó a temblar ante la posibilidad cada vez más real de que René se hiciese también con Machecoul. Envió allí a Henriet y a Poitou para que incinerasen los cuerpos de más de 50 niños que había mandado guardar en una torre. Efectivamente, René ocupó Machecoul e interrogó a Henriet y a Poitou acerca de los esqueletos que se habían encontrado en el castillo. Los criados dijeron que no sabían nada, y René prefirió acallar aquel asunto familiar que podía salpicarle.

Otros poderosos, sin embargo, acechaban desde hacía tiempo a Gilles de Rais. Cualquier excusa les vendría bien para rapiñar la inmensa fortuna de un criminal loco y manirroto. Entre los buitres había dos enemigos jurados: el duque de Bretaña, Juan V, y el obispo de Nantes, Jean de Malestroit. Los rumores sobre las desapariciones de niños no bastaban para emprender acciones; al fin y al cabo se trataba con toda seguridad de siervos, campesinos o artesanos. A Gilles de Rais, conviene recordarlo, le juzgaron y condenaron no tanto por los crímenes que había cometido como porque todavía poseía una fortuna que muchos codiciaban.


Juan v duque de Bretaña

El proceso contra Barba Azul se inició a raíz del secuestro de un sacerdote mientras celebraba misa mayor en la iglesia de St. Etienne. Este sacerdote era hermano del tesorero del duque de Bretaña, que le había obligado a aceptar la venta de uno de sus castillos. Furioso por la humillación y con el miedo loco de un animal esquinado, De Rais decidió vengarse. Entró en St. Etienne hacha en mano y secuestró al cura.

Había llegado la hora. Ésta era la excusa perfecta para que el duque y el obispo interviniesen. El prelado empezó a recabar información, y la obtuvo: desapariciones, secuestros, invocaciones al diablo, laboratorios de alquimia, el famoso libro de conjuros supuestamente escrito con la sangre de sus víctimas… Había crímenes más que de sobra para que los motivos económicos de fondo permaneciesen ocultos. En julio de 1440, el obispo publicó un informe: “Monsieur Gilles de Rais, señor, caballero y barón, sujeto a nuestra jurisdicción, con la ayuda de varios cómplices cortó los cuellos, mató y masacró a muchos niños pequeños e inocentes, con los que además practicó actos de lujuria antinaturales y el vicio de la sodomía; ha llamado o hecho a otros convocar malignamente a los diablos, y ha perpetrado otros crímenes tremendos en los límites de nuestro episcopado…”.

El escrito del obispo de Nantes llegó a oídos de Gilles de Rais, pero el mariscal de Francia no se dejó achantar por tan poca cosa; sus primos Guillaume de Sillé y Roger de Briqueville, sí. Recogieron el dinero que tenían apartado para una eventualidad como ésta y desaparecieron para siempre. En Tiffauges quedaron, junto a Barba Azul, sus criados Poitou y Henriet, el nigromante Prelati y el capellán Blanchet. Los soldados del duque los prendieron y los condujeron ante el juez eclesiástico de Nantes para que Gilles prestara declaración sobre los sucesos de la iglesia de St. Etienne. A los tres días, el juez civil comenzó a recabar testimonios, y poco después abría un proceso al señor De Rais por 34 asesinatos y la desaparición de 140 muchachos, además de acusarle de sodomía, herejía y violación de lugar sagrado.

En el primer interrogatorio, Gilles de Rais insultó a los jueces llamándoles simoniacos y prevaricadores, y dijo que preferiría verse colgando de una soga a contestar las preguntas de “curillas y leguleyos”. Le preguntaron cuatro veces, y cuatro veces ignoró al tribunal. El obispo Malestroit decidió excomulgarle. Mientras esperaba la siguiente vista del juicio, De Rais pidió confesarse y comulgar, pero como había sido excomulgado no podía recibir ningún sacramento. Por temor a que se perdiese su alma confesó todos los crímenes que se le imputaban menos el de haber convocado al diablo. Pidió perdón a los miembros del tribunal, y el obispo le readmitió en la Iglesia.

Sin embargo, el fiscal no se contentó con esta confesión e insistió en que Barba Azul reconociese que había intentado convocar al diablo. Gilles de Rais rechazó el cargo y propuso que le sometieran a la prueba del fuego (agarrar un hierro candente con la mano) para demostrar su inocencia. No hizo falta llegar tan lejos, porque tanto Poitou como Henriet, además del cura Blanchet y Prelati, declararon –posiblemente bajo tortura– que hubo invocaciones diabólicas. Al leerle las declaraciones de sus compañeros, el mariscal de Francia se limitó a recomendar que las hiciesen públicas para aviso de herejes. No bastó. El fiscal exigía una confesión, así que solicitó a los jueces permiso para obtenerla bajo tortura.

Pero el obispo, más práctico, lo excomulgó de nuevo y Barba Azul confesó entre súplicas para que le readmitiesen en la Iglesia. Absuelto de la sentencia de excomunión “por el amor de Dios”, Gilles de Rais y sus cómplices fueron condenados a la horca. Pierre de l’Hôpital confirmó la sentencia a muerte dictada por el tribunal eclesiástico: se les condenaba a ser colgados del cuello hasta la muerte y a que sus cuerpos fueran quemados hasta que de ellos sólo quedasen cenizas. El mariscal de Francia pidió ser el primero en subir al cadalso “para dar ejemplo a sus criados”, y el tribunal se lo concedió.


Ejecución de Gilles de Rais

Gilles de Rais fue ajusticiado el 26 de octubre de 1440 en Nantes. Desde el patíbulo, antes de que se ejecutara la sentencia, confesó públicamente sus crímenes y dio un discurso elocuente y conmovedor sobre los peligros de una juventud disoluta. Conminó a los reunidos a que educasen a sus hijos con rigor y a que permaneciesen siempre fieles a la Iglesia. En lugar de ser quemado, el obispo permitió que se enterrase su cuerpo con los ritos cristianos.

La maldad de Gilles de Rais hundía sus raíces en la satisfacción que proporciona la barbarie, algo tan arraigado en nosotros que sólo el poder de la civilización es capaz de reprimir. Freud diría que a costa del profundo malestar que nos genera. Entre el malestar de la civilización y la maldad de la barbarie, Gilles de Rais optó por la segunda: “Yo soy una de esas personas para quienes todo lo relacionado con la muerte y el sufrimiento tiene una atracción dulce y misteriosa, una fuerza terrible que empuja hacia abajo… si lo pudiera describir o expresar, probablemente no habría pecado nunca. Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla”.


La pesadilla - "Cauchemar" por A6dule



ATENCIÓN: el contenido de este artículo puede herir su sensibilidad.

Gilles de Rais - Confesión oficial y ejecución

cmcorpkillers.blogspot.com


Manuscritos del juicio de Gilles de Rais

…Le dejaron solo para que meditase en los crímenes que debía confesar, públicamente en la audiencia, al día siguiente. Fue ése el día solemne del proceso. La sala, donde se hallaba el Tribunal, rebosaba gente y la multitud, comprimida en las escaleras, colmaba los patios, llenaba las callejuelas vecinas, atestaba las calles. Los campesinos habían acudido de veinte leguas a la redonda para ver a “Barba Azul”, la famosa fiera ante cuyo nombre, antes de su captura, se cerraban las puertas en las temblorosas veladas en que las mujeres lloraban en voz baja. El Tribunal iba a reunirse en pleno. Los asesores que de ordinario se reemplazaban durante las largas sesiones, estaban presentes. La oscura sala estaba sostenida por pesados pilares románicos. Las trompetas sonaron, la sala se iluminó, los obispos hicieron su entrada en silenciosa procesión. Los obispos se sentaron en la primera fila y rodearon inmóviles a Jean de Malestroit que, desde un sitial más alto, dominaba la sala. Después, con una escolta de soldados, hizo su entrada Gilles de Rais. Estaba macilento y temblaba. Tras los prolegómenos, comenzó el relato de sus crímenes.

Con voz sorda, secándose las lágrimas, narró los raptos de niños, sus tácticas, sus juegos crueles, sus violentos asesinatos, sus implacables violaciones; describió haberse tendido en los intestinos; confesó haber arrancado corazones a través de heridas ensanchadas. Y todo el tiempo se miraba los dedos, que sacudía como para dejar gotear la sangre. Los presentes en la sala, aterrados, guardaban un pesado silencio que algunos breves gritos rompían, de pronto; y muchos se llevaban a mujeres que se desmayaban ante las historias truculentas del Mariscal. Pero él parecía no oír nada, no ver nada; continuaba recitando la letanía de sus crímenes. Después su voz se hizo más ronca. Narraba sus episodios de necrofilia y el suplicio de los niños que engañaba para cortarles el cuello. Divulgaba todos los detalles. Sobre ese momento, J.K. Huysmans escribe:

Fue tan terrible, tan atroz que, bajo sus capas de oro, los obispos temblaron; sacerdotes templados en el fuego de las confesiones; jueces que en tiempos de endemoniados y asesinos habían oído las más terribles declaraciones; prelados a los que ningún crimen, ninguna abyección de los sentidos, ningún estiércol del alma asustaba, se persignaron. Y Jean de Malestroit se volvió y tapó por pudor el rostro de Cristo. Luego, todos bajaron la frente y, sin pronunciar palabra, escucharon al Mariscal que con la cara trastornada, empapada en sudor, miraba al crucifijo, cuya invisible cabeza, con su corona erizada de espinas, levantaba el velo. Y alcanzado por la gracia, en un grito de horror y alegría, había convertido súbitamente su alma; la había lavado con sus lágrimas, la había secado con el fuego de sus torrenciales oraciones, con la llama de sus locos impulsos; renegaba del carnicero de Sodoma y reaparecía el compañero de Juana de Arco, el místico cuya alma volaba hacia Dios entre oraciones balbuceadas y mares de lágrimas”.


Juicio de Gilles de Rais

Gilles declaró ante el Tribunal y el pueblo:

Yo, Gilles de Rais, confieso que todo de lo que se me acusa es verdad. Es cierto que he cometido las más repugnantes ofensas contra muchos seres inocentes, niños y niñas, y que en el curso de muchos años he raptado o hecho raptar a un gran número de ellos. Aún más vergonzosamente he de confesar que no recuerdo el número exacto y que los he matado con mi propia mano o hecho que otros los mataran, y que he cometido con ellos muchos crímenes y pecados. En todas estas viles acciones yo fui la fuerza principal (…) Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos; con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos; a otros los até con cuerdas y sogas, y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron. Confieso que experimenté placer en herirlos y matarlos así. Gozaba en destruir la inocencia y en profanar la virginidad. Sentía un gran deleite al estrangular a niños de corta edad, incluso cuando esos niños descubrían los primeros placeres y dolores de su carne inocente. Me gustaba meter mi miembro viril en los culos de las niñas que no sabían todavía para qué servían sus otras partes. Dejé que mi semen impregnara los cuerpos de estos niños y niñas hasta cuando estaban agonizando. Éste no es el final de mis execrables crímenes. Siempre me he deleitado con la agonía y con la muerte. A aquellos niños de cuyos cuerpos abusé cuando estaban vivos, los profané una vez muertos. Después de que hubieran muerto, gozaba a menudo besándolos en los labios, mirando fijamente los rostros de los que eran más bellos y jugueteando con los miembros de los que estaban mejor formados. También abrí cruelmente los cuerpos de aquellos pobres niños o hice que los abrieran en canal a fin de poder ver lo que tenían dentro. Al hacer esto mi único motivo era mi propio placer. Codiciaba y deseaba carnalmente su inocencia y su muerte. Con frecuencia, he de confesar, y mientras esos niños estaban muriendo, yo me sentaba sobre sus estómagos y experimentaba gran placer en oír sus estertores de agonía. Me gustaba que un niño muriera debajo de mi cuerpo, u observar como uno de mis criados cometía actos de sodomía con un niño o una niña y lo mataba después. Solía reírme a carcajadas a la vista de un espectáculo así (…) Ordenaba que Griart, Corillaut y los otros convirtieran después en cenizas los cadáveres de mis víctimas (…) Me gustaba ver correr la sangre, me proporcionaba un gran placer. Recuerdo que desde mi infancia los más grandes placeres me parecían terribles. Es decir, el Apocalipsis era lo único que me interesaba. Creí en el infierno antes de poder creer en el cielo. Uno se cansa y aburre de lo ordinario. Empecé matando porque estaba aburrido y continué haciéndolo porque me gustaba desahogar mis energías. En el campo de batalla el hombre nunca desobedece y la tierra toda empapada de sangre es como un inmenso altar en el cual todo lo que tiene vida se inmola interminablemente, hasta la misma muerte de la muerte en sí. La muerte se convirtió en mi divinidad, mi sagrada y absoluta belleza. He estado viviendo con la muerte desde que me di cuenta de que podía respirar. Mi juego por excelencia es imaginarme muerto y roído por los gusanos. Yo soy una de esas personas para quienes todo lo relacionado con la muerte y el sufrimiento tiene una atracción dulce y misteriosa, una fuerza terrible que empuja hacia abajo. Si lo pudiera describir o expresar, probablemente no habría pecado nunca. Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla”.


La cocina de Gilles. Cuadro de Pierre Klossowski

Gilles acabó su relato y se produjo una sensación de alivio; hasta entonces había permanecido de pie, hablando a borbotones. Cuando terminó, se derrumbó y sollozando gritó: “¡Oh Dios, Redentor mío, os pido misericordia y perdón!” Después volvió la cara hacia la gente del pueblo a cuyos hijos había destrozado y les dijo llorando: “¡Vosotros, los padres de los que tan cruelmente he asesinado, dadme el socorro de vuestras piadosas oraciones! Vosotros que estáis presentes, vosotros, sobre todo, a los cuales he masacrado los niños, yo soy vuestro hermano, hijo de Cristo. Por pasión por Nuestro Señor, os imploro, rogad por mí. Perdonad de todo corazón el mal que os he hecho, como vosotros esperáis la piedad y el perdón de Dios". Jean de Malestroit dejó su asiento y levantó al acusado que, desesperado, golpeaba las losas del piso con la frente; abrazó fuertemente al culpable que se arrepentía y lloraba su falta. Jean de Malestroit dijo a Gilles, de pie, con la cabeza apoyada en el pecho: “¡Reza para que la justa y espantosa cólera del Altísimo se aplaque, llora para que las lágrimas purguen los locos entresijos de tu ser!” Y la sala entera se arrodilló y lloró por el asesino. Cuando se acabaron las oraciones, hubo un instante de enloquecimiento y confusión. El Tribunal, silencioso y enervado, se recompuso. Con un gesto, el Promotor detuvo las discusiones. Dijo que los crímenes eran "claros y evidentes”, que las pruebas eran manifiestas, que el Tribunal podía ahora “en alma y conciencia castigar al culpable" y pidió que se fijara el día de la sentencia. El Tribunal lo señaló para dos días después. Se le imputaron ciento cuarenta asesinatos, aunque muchos opinaban que era autor de más de doscientos. Investigadores de los siglos posteriores elevarían esa cifra hasta mil niños asesinados. Ese día el oficial de la iglesia de Nantes, Jacques de Pentcoetdic, leyó una tras otra las dos sentencias; la primera dada por el Obispo y el Inquisidor sobre los hechos pertenecientes a su común jurisdicción afirmaba:

Invocado el Santo nombre de Cristo, Nos, Jean, Obispo de Nantes, y el hermano Jean Blouyn, bachiller de nuestras Sagradas Escrituras, de la Orden de los Hermanos Predicadores de Nantes y delegado del Inquisidor de la Herejía para la ciudad y diócesis de Nantes, en sesión del Tribunal y teniendo ante los ojos sólo a Dios declaran que el Mariscal de Rais es condenado a ser colgado y quemado vivo”.

Tras escuchar la sentencia, Gilles de Rais pensó en sus amigos; quiso que también ellos muriesen en estado de gracia. Pidió al Obispo de Nantes que fuesen ejecutados no antes ni después, sino al mismo tiempo que él. Como era el más culpable, afirmó, debía cuidar de su salud espiritual, asistirles en el momento de subir a la hoguera. Jean de Malestroit accedió a esta súplica. Llevado de nuevo al calabozo después del juicio, dirigió una última súplica al obispo Jean de Malestroit. Le rogó que intercediera ante los padres y madres de los niños que tan ferozmente había violado, torturado y matado, para que accedieran a asistirle en el suplicio. Asombrosamente, la gente sollozó de piedad: ya no vio en aquel señor demoníaco sino a un pobre hombre que lloraba sus crímenes y que iba a afrontar la muerte. Y el día de la ejecución, desde las nueve de la mañana, una multitud recorrió la ciudad en una larga procesión. Cantó salmos en las calles y se comprometió, bajo juramento en las iglesias, a ayunar durante tres días para intentar asegurar, por ese medio, el reposo del alma de Gilles de Rais. A las once, fue a buscarlo a la prisión y le acompañó hasta la pradera de la Biesse, donde se levantaban altas piras, coronadas de horcas. El Mariscal sostenía a sus cómplices, los abrazaba, los exhortaba a tener “gran dolor y contrición por sus fechorías” y, golpeándose el pecho, suplicaba a la Virgen que les perdonase, mientras el clero y el pueblo salmodiaban las siniestras e implorantes estrofas del Oficio de Difuntos: “Nos timemus diem judici Quia maliaet nobis concili Sed tu, Mater summi concili Para nobis locum refugi, Oh Maria, Tanc iratus Judex”. Gilles de Rais, ya en el patíbulo, cantó un "De Profundis" con voz sonora y fuerte. Exhaló luego un gemido y añadió: "Demos gracias a Dios por este signo manifiesto de su amor", y continuó rezando de rodillas. De inmediato, todo el gentío se arrodilló y rezó con él. Sentado sobre un taburete, con las manos atadas y el nudo de la cuerda al cuello, el verdugo encendió la hoguera que se encontraba debajo de él, en el justo momento en que le quitaban el asiento. Gilles de Rais quedó colgando, en medio de los espasmos del ahorcamiento. Pero entonces la cuerda se rompió y el Mariscal, agonizante, cayó sobre la hoguera. Allí murió mientras los jueces, los padres y centenares de niños, derramaban muchas lágrimas por él. Sus camaradas y cómplices le siguieron poco después al patíbulo. Pero por ellos nadie lloró. Sus cenizas fueron reclamadas por sus parientes. Fue enterrado en una iglesia de los Carmelitas Descalzos en Nantes. Sus bienes fueron confiscados en beneficio del duque de Bretaña y de la Iglesia.


Ejecución de Gilles de Rais

Con los siglos, la figura de Gilles de Rais se convirtió en una leyenda oscura e inspiró al personaje "Barba Azul". Su historia fascinó a pintores, músicos, cineastas y escritores como Béla Bartók, Charles Perrault, Georges Bataille, Joris Karl Huysmans, Mallarmé, Thomas Mann y Mario Vargas Llosa. El cineasta Pier Paolo Pasolini planeaba rodar su historia cuando fue asesinado. Bataille lo definió como "un niño con poder" y de poseer "una monstruosidad esencialmente infantil". Otros asesinos legendarios vendrían después de él: Vlad Tepes “El Empalador” y Erzebeth de Bathory “La Condesa Sangrienta”. Pero Gilles de Rais, “Barba Azul”, fue quien marcó una época y con sus crímenes escribió con sangre su nombre en la historia del mundo.

Sello y estandarte de Gilles de Rais


Nota de Mila: las fotos, las ilustraciones y los enlaces no aparecen en los artículos originales y han sido añadidos por mí. Los retiraré de inmediato si los autor y/o propietarios de los artículos lo solicitan.
Las fotos y las ilustraciones provienen de Internet. Todas llevan URL. Serán retiradas si su propietario lo solicita.
Los enlaces llevan a páginas encontradas en Internet. Serán retirados si su autor y/o propietario lo solicita

Seguir leyendo...