Hemos preparado café, pasen y pónganse cómodos

Haciendo una prueba de quienes somos...

miércoles, 14 de julio de 2010


11/07/2010

Por José Ignacio Wert


Hay dos formas de hacer predicciones. Una, la que tiene alguna base científica, basada normalmente en la estadística, en la física o en las matemáticas, que se aplica tanto a fenómenos naturales (si lloverá o hará sol, qué posibilidades de terremoto existen) como a fenómenos sociales o económicos (cuánto subirá el PIB, quién ganará las elecciones). Las predicciones de base científica, como todos sabemos, no están libres de fallos.

Otra forma de prever se basa en las capacidades anticipatorias de que gozan o parecen gozar algunos individuos, tanto de la especie humana, los llamados videntes, como de otras especies. A su vez, éstos últimos se dividen en desafortunados (aquellos cuya capacidad adivinatoria pasaba por que los arúspices examinaran sus entrañas, y por tanto, adivinar les costaba la vida) y más afortunados, como los pájaros a los que les bastaba volar para ser auspiciosos o inauspiciosos, o, más recientemente, la marmota Phil que todos los 2 de febrero en Punxsutawnie predice si se adelanta la primavera o no. Como los científicos, hasta ahora los videntes humanos y los animales, vivos o muertos, unas veces acertaban y otras se equivocaban.


Seguir leyendo...